entrenamiento deportivo
viernes, 11 de noviembre de 2016
¿SE PUEDE ENTRENAR LA FORTALEZA MENTAL?
¿SE PUEDE ENTRENAR LA FORTALEZA MENTAL?
Autores como Bull, Shambrook, James y Brookset (2005) mostraron que algunas de las claves para construir una buena fortaleza mental están relacionadas con las experiencias de la infancia así como el hecho de competir en entornos difíciles (en el extranjero) durante la adolescencia o al hecho de ser capaz de sobreponerse al fracaso. Otros autores han corroborado la importancia de los factores ambientales en el desarrollo de la fortaleza mental, así, el hecho de mantener relaciones sociales positivas y un clima motivacional apropiado, repercute directamente en su desarrollo. En este sentido, hay que hacer una llamada de atención a entrenadores de categorías inferiores pues son, junto a los padres, los principales responsables a la hora de proporcionar un marco contextual adecuado para el desarrollo del deportista.
Recientemente, diversos programas de entrenamiento han mostrado mejoras significativas tanto en fortaleza mental como en resiliencia. Sheard y Golby (2006) consiguieron mejoras en nadadores a través de un entrenamiento de habilidades psicológicas que consistía en el establecimiento de objetivos, visualización, relajación, concentración y habilidad de detención de pensamientos. Otros estudios han confirmado que el establecimiento de objetivos y el auto-habla tienen efectos positivos en la fortaleza mental.
En la élite, la pericia y el talento es de tal magnitud en todos los deportistas, que el éxito de unos u otros se debe a pequeñas diferencias. En este sentido, los factores psicológicos toman un papel protagonista determinando, en muchos casos, que la victoria vaya hacia un lado u otro. Por ello, entrenadores y deportistas han de intentar cuidar y controlar el mayor número de factores que potencien un estado psicológico óptimo durante el juego y aumentar así la probabilidad de éxito.
Autores como Bull, Shambrook, James y Brookset (2005) mostraron que algunas de las claves para construir una buena fortaleza mental están relacionadas con las experiencias de la infancia así como el hecho de competir en entornos difíciles (en el extranjero) durante la adolescencia o al hecho de ser capaz de sobreponerse al fracaso. Otros autores han corroborado la importancia de los factores ambientales en el desarrollo de la fortaleza mental, así, el hecho de mantener relaciones sociales positivas y un clima motivacional apropiado, repercute directamente en su desarrollo. En este sentido, hay que hacer una llamada de atención a entrenadores de categorías inferiores pues son, junto a los padres, los principales responsables a la hora de proporcionar un marco contextual adecuado para el desarrollo del deportista.
Recientemente, diversos programas de entrenamiento han mostrado mejoras significativas tanto en fortaleza mental como en resiliencia. Sheard y Golby (2006) consiguieron mejoras en nadadores a través de un entrenamiento de habilidades psicológicas que consistía en el establecimiento de objetivos, visualización, relajación, concentración y habilidad de detención de pensamientos. Otros estudios han confirmado que el establecimiento de objetivos y el auto-habla tienen efectos positivos en la fortaleza mental.
En la élite, la pericia y el talento es de tal magnitud en todos los deportistas, que el éxito de unos u otros se debe a pequeñas diferencias. En este sentido, los factores psicológicos toman un papel protagonista determinando, en muchos casos, que la victoria vaya hacia un lado u otro. Por ello, entrenadores y deportistas han de intentar cuidar y controlar el mayor número de factores que potencien un estado psicológico óptimo durante el juego y aumentar así la probabilidad de éxito.
¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN LA FORTALEZA MENTAL?
¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN LA FORTALEZA MENTAL?
En la fortaleza mental influyen multitud de atributos, de hecho, se han propuesto distintos modelos. El más aceptado es quizás el de Jones, Hanton, y Connaughton (2007), quienes presentan un modelo de fortaleza mental formado por más de treinta atributos agrupados en cuatro dimensiones:
1. Actitud/Mentalidad: creencia, focalización.
2. Entrenamiento: objetivos a largo plazo como fuente de motivación, control ambiental, capacidad para llegar al límite.
3. Competición: control de la presión, regulación del rendimiento, mantenimiento del foco atencional, control de pensamientos y sentimientos y control ambiental.
4. Post-competición: manejo del fracaso, manejo del éxito.
También nos gustaría resaltar el modelo de cinco factores propuesto por Gucciardi y Gordon (2009): inteligencia afectiva, control atencional, resiliencia, autoconfianza y deseo de realización. Dada la amplitud conceptual de cada uno de los factores, no los analizaremos de forma aislada.
En la fortaleza mental influyen multitud de atributos, de hecho, se han propuesto distintos modelos. El más aceptado es quizás el de Jones, Hanton, y Connaughton (2007), quienes presentan un modelo de fortaleza mental formado por más de treinta atributos agrupados en cuatro dimensiones:
1. Actitud/Mentalidad: creencia, focalización.
2. Entrenamiento: objetivos a largo plazo como fuente de motivación, control ambiental, capacidad para llegar al límite.
3. Competición: control de la presión, regulación del rendimiento, mantenimiento del foco atencional, control de pensamientos y sentimientos y control ambiental.
4. Post-competición: manejo del fracaso, manejo del éxito.
También nos gustaría resaltar el modelo de cinco factores propuesto por Gucciardi y Gordon (2009): inteligencia afectiva, control atencional, resiliencia, autoconfianza y deseo de realización. Dada la amplitud conceptual de cada uno de los factores, no los analizaremos de forma aislada.
La siguiente gráfica
La siguiente gráfica muestra la comparación entre parejas ganadoras y perdedoras del partido en pádel en función de los errores no forzados cometidos (Datos extraídos del análisis de los 15 partidos masculinos del pasado Masters Finals WPT 2013 realizado por PadelSience).
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